Del 21
al 25 de abril
MAURITANIA: LA CUÁDRUPLE ETAPA A EL OASIS DE TERJIT Y CHINGUETTI,
OUDANE, EL CRÁTER DEL VOLCÁN GUELB ER RICHAT Y LA VUELTA POR ATAR Y
EL BARRANCO DE MALIGCHINDA
Terminada la etapa del P.N. Banc de Arguin, tuvimos que regresar a Nouakchott, para volver a subir con dirección a Atar, pues no hay otra carretera que permita el atajo, total que acampamos a la salida de Nouakchott y la mañana siguiente salimos en dirección a Atar.
Hicimos una parada en Akjouit, para comer algo y reposar un rato
en los espacios preparados para los viajeros
Más adelante paramos en una fuente pública al borde de la
carretera, para rellenar bidones y refrescarnos un poco, antes de llagar al
Oasis de Terjit.
El oasis, estaba vacío, éramos los únicos clientes y tomamos
adecuada cuenta del mismo.
Jordi tuvo la idea de hacer noche en el oasis de Terjit, que nos
permitía sin desviarnos casi nada pasar la noche en el oasis, que es muy
agradable, donde tomamos un pollo con kus kus muy rico y a la mañana siguiente
un desayuno, además de disfrutar de su piscina y manantial natural de agua
tibia.
Además de quedarnos a dormir en una jaima abierta, encargamos cena
y desayuno y así no teníamos que preocuparnos de ninguna preparación,
pues los coches no llegan hasta el oasis sino que se quedan a unos 500 metros
de distancia, y aprovechamos para dejar el remolque en el oasis y recogerlo dos
días después para no cargar con el por el desierto.
A la mañana siguiente partimos en dirección a Chinguetti, para
visitar la ciudad antigua y a una de las bibliotecas antiguas que hay en la
ciudad, llegamos a la hora de comer, comimos de lo nuestro allí en un albergue
en el pueblo y a las cuatro de la tarde fuimos a la visita con el imán
encargado de la biblioteca, estuvimos hasta las seis allí con las explicaciones
del imán. sacamos fotos de la ciudad antigua y nos fuimos para Ouadane.
Después cogimos la pista hacia Chinguetti, que como se puede ver
en las fotos los últimos kilómetros tenía un ondulé que la hacía impracticable, de hecho nos causo un par de
averías en los toyotas.
Tras la comida frugal en el alberge Zarga, nos fuimos de visita a
una de las bibliotecas islámicas antiguas que hay en el pueblo.
A la salida de la biblioteca teníamos a las vendedoras de
artesanía encima de nosotros para forzar la venta de sus productos ya casi a la
puesta del sol llegamos al pueblo de Ouadane.
A la mañana siguiente comenzamos la visita al antiguo pueblo de Ouadane,
casi totalmente en ruinas y que con la cooperación francesa se esta
reconstruyendo
A la mañana siguiente, nos fuimos a visitar la ciudad
antigua que está en reconstrucción y hacia medio día arrancamos hacia el
volcán, con un fuera de pista muy importante pues solo sabíamos la dirección y
la distancia, total que arrancamos por un rio seco lleno de arena, que al
principio lo pasamos regular, sobre todo el Land Rover que era el que iba más
justo de la potencia necesaria.
Afortunadamente, después pillamos una duna inmensa de arena
amarilla y compacta, donde celebramos en un pequeño briefing el santo de
nuestro guía con un vaso de horchata helada de la nevera de Juanje, lo que
sirvió para disfrutar por unos momentos de la pureza y limpieza de nuestro
sitio en la duna, sin olvidar que nuestro objetivo era el volcán y teníamos que
abandonar la duna.
Luego el típico desierto negro con poca piedra, que nos aproximo a
la zona del volcán o donde se presumía que estaba , según el GPS estuvimos
encima del anillo exterior del volcán de los cuatro que tiene pero claro cuando
tú te subes a verlo, pues desde el borde del anillo exterior a unos cuantos
metros de, altura pues no se ve muy claro, los otros anillos por la simple
razón de que el conjunto mide unos 40 km y tu puedes tener una visión que alcance
algún detalle en los primeros 20 o 25 Km, por lo que hay que tener mucha fe
para decir que hemos visto el volcán. Ahora bien la foto del GPS indicando
nuestra posición sobre el anillo exterior la tenemos. Efectivamente como dice
la guía se ve perfecto desde el satélite pero desde el suelo no.
Comimos debajo de dos acacias, y de vuelta de nuevo Juan Jesús
pillo una pista de vuelta al pueblo, que nos llevo por el lado contrario
de la montaña a través de una ladera recubierta por una duna gigante de arena
amarilla, que hizo las delicias de los conductores, aunque luego termino en una
pista muy movida pero con bastante piedra para compensar.
Fotos cortesía de maya montals, josep izquierdo y antonio vazquez.