Abandonamos nuestra aldea de Motopi, después de una noche muy tranquila, y nos vamos buscando la frontera para pasar a Namibia y dejar Botswana. No sabemos si llegaremos o haremos noche por el camino.
Desde Elephant Sands emprendemos ruta al suroeste, hacia el desierto del Calahari, hemos elegido una pista en el plano, que desde Zoroga, nos lleve hacia el sur, para buscar al final de ella, después de unos 70 km, dos baobab marcados en el mapa como : Chapman´s Baobab y Green´s Baobab.
Desgraciadamente no encontramos la pista que se desviaba a el Chapman´s marcada en el plano como trazo rojo, total apremiados por la prisa de seguir, abandonamos la búsqueda y seguimos por el trazo azul hasta salir a Gweta.
trazo azul del mapa : la ruta seguida
trazo rojo del mapa: la rodera no encontrada
La pista en general muy buena, una planicie impresionante con el horizonte perdido, pista de arena arena, con rodada profunda, los primeros 20 o 30 kilómetros, solo transitable en época seca.
Los Pan o humedales secos también muy buenos para rodar rápido, pero sorprendentemente, según vas internándote mas profundamente, las zonas desérticas de suelo de arena se alternan con otras de mucha vegetación con arbustos y con arboles grandes y pequeños.
Algunas zonas muy cerradas de arbustos con espinas sobre la pista, que dieron una paliza a los laterales de los dos coches y nos los dejaron a rayas, y en algún paso ya nos dejaron algún pinchazo en los brazos. En medio de todo eso de repente te encuentras unas lagunas naturales de tamaño increíble, las dos que vimos nosotros no se veía la otra orilla. Ademas casi todas las pequeñas aldeas que vimos estaban deshabitadas, al final en lo mas profundo que llegamos solo vimos a dos personas y las indicaciones que nos dieron, no nos sirvieron.
Este recorrido hay que repetirlo en este pan y en muchos mas del Calahari, pero hay que organizarlos para estar varias noches, todo lo que te permitan las reservas de fuel que puedas transportar (el Land Rover 70 litros + 4 x 20 litros = 150 litros), ademas hay decenas de campings y lodges de apoyo.
Buscando un sitio donde dormir y no pudiendo cruzar el río Boteti para acceder a la aldea de Motopi, nos quedamos a este lado, en una aldea pequeñita dependiente de Motopi.
El hecho de quedarnos en la aldea era debido a que la espesura del bosque era tal que no nos permitía ni sacar los coches de la pista, estando luego la cuestión de los animales en un sitio de tanta espesura, quizás fuera conveniente arrimarnos a las cabañas.
Eso hicimos, aunque no fue sencillo, pues en el pobladito no había nadie con quien hablar, solo la señora de la cabaña situada al lado de donde habíamos puesto los coches; por señas le indicábamos a la señora que nos diera permiso para acampar a su lado, por señas nos contesto que habláramos con el jefe, mientras venia este, también por señas nos pidió un cigarrillo, se lo dimos, se puso a fumar y mientras seguía chillando llamando al jefe, con el cigarrillo en la mano y echando humo de mala manera, ella sola daba vueltas y se tronchaba de risa, como decía Feli: se partía el culo de la risa y de la emoción de tener un cigarrillo en las manos.