viernes, 11 de agosto de 2017

NAMIBIA: DE STEINFELD RANCH A FISH CANYON Y FRONTERA SUDAFRICANA




viernes, 6 de julio.




 DE STEINFELD RANCH A FISH CANYON Y FRONTERA SUDAFRICANA



Salimos tarde de Steinfeld Garage, pues estuvimos de charleta, con los dueños. El Sr. Steinfeld me contó que años atrás había escrito a la Santana a España, solicitando piezas disponibles y precios de los modelos de Land Rover que fabricaba Santana. Nunca le contestaron. Le explicamos que habrían cerrado ya por aquel entonces y le indicamos donde podría encontrarlos en Madrid.

Salimos de Steinfeld y disfrutamos de la pista, que tras dejar las montañas, entramos en una zona arenosa muy buena donde pudimos correr.

La visita a Fish Canyon impresionante, por las dimensiones del cañón y las alturas del mismo. Salimos del cañón y tomamos pista al sur, dirección la frontera sudafricana.












En el plano de arriba se puede ver la ruta de Sossusvlei a Steinfel Garage y a Fish Canyon. Así como la proximidad entre los dos últimos







En este plano se puede ver la posición de Steinfeld Garage y la cuenca del río Fish rever antes del cañón.





El Cañón, desde el satélite y los puntos de la ruta desde donde se hicieron las fotografias.


































































































































































LA ULTIMA PISTA EN AFRICA PARA NO OLVIDAR.



"Habíamos dejado atrás la parte de la pista que se desarrollaba entre las montañas, tratando de cruzarlas o rodearlas y la pista a pesar de ser buena, no lo era del todo, tenía mucho ondule.

 Por fin cruzamos los montes y apareció a nuestros pies una llanura inmensa, desértica y bajando ligeramente, el piso iba mejorando sensiblemente así como nuestra velocidad y también iba creciendo la nube  de polvo que íbamos dejando detrás de nosotros. 

Esa sensación de ir flotando, silencio en la cabina, ventanillas abiertas, el aire del desierto te inunda y te baña; sobre un piso perfecto, en 4ª velocidad,  gas más de tres cuartos, casi 100 Km/hora; el sol a la espalda, iluminándonos la pista, ninguna vibración contra el suelo, ningún ruido extraño, ninguno otro ruido de cabina  o vaca; parece como si la cabina flotara, solo el rugido conocido del compañero, solo el rugido amable del motor, compañero fiable durante los últimos 23.000 kilómetros, fiabilidad que nunca olvidaremos, sensaciones impresionantes, recuerdos para no olvidar.

Como una pequeña pega, pero tolerable, cada cinco kilómetros una canadiense, estamos cruzando una finca particular alambrada perfectamente a ambos lados, bajamos el gas casi a cero, el compañero respira, había que pasarlas  digamos a 50 Km/h y  de nuevo, gas a tope, el rugido amable del compañero, prácticamente a todo lo que da y otra vez a flotar y soñar, huyendo de la nube de polvo, que lo inunda todo. 


Impresionante, sensaciones inolvidables en las pistas namibias, volveremos!!"















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